El mejor maridaje para cada tipo de vino

El maridaje del vino con la comida es un arte que ha sido perfeccionado durante siglos. Se trata de una ciencia que requiere un cierto nivel de aprendizaje previo, ya que no todos los vinos son adecuados para todas las comidas. En este artículo, abordaremos los conceptos básicos del maridaje, incluyendo los distintos tipos de vino y cómo se combinan con diferentes tipos de comida.

Antes de comenzar, es importante tener en cuenta que no hay reglas estrictas. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. La mejor manera de descubrir qué vinos funcionan mejor con diferentes alimentos es experimentar y descubrir por nosotros mismos qué hace feliz a nuestro paladar.

Distintos tipos de vino y su maridaje

Blancos. Los vinos blancos son frescos y ligeros, y se combinan bien con mariscos, pescados y aves de corral. Los blancos jóvenes son ideales para platos ligeros, mientras que si un vino blanco ha pasado por algún proceso de envejecimiento en barrica sería perfecto para platos más sustanciosos, como una carne, por qué no. También los quesos suaves, como el brie y el camembert, maridan bien con vinos blancos jóvenes.

Tintos. Los vinos tintos son más ricos y robustos que los blancos, y se combinan bien con carnes rojas y platos con salsas fuertes. Los vinos tintos jóvenes son ideales para platos más ligeros o para momentos de picoteo, mientras que los vinos tintos de reserva son ideales para platos más pesados. Esta es la idea tradicional, aunque como indicábamos al principio, para gustos colores, y muchas personas han dado el paso de incluso tomar un vino tinto con pescado, mientras que a otros la simple idea les horroriza. Es cosa tuya, averiguar tu preferencia. Nuestra recomendación: sé valiente y arriesga. Lo peor que pueda pasar es que descubras que no te gusta.

Rosados. Los vinos rosados son frescos y afrutados, y se combinan bien con ensaladas y platos ligeros, así como con comidas picantes. Los vinos rosados jóvenes son ideales para platos ligeros, mientras que los vinos rosados más maduros son ideales para platos más contundentes, como un arroz de marisco o un mar y montaña, por poner un ejemplo.

Vinos dulces. Los vinos dulces son ideales para postres y platos dulces, por ejemplo con postres con chocolate. Se combinan también estupendamente con quesos, incluso con los más fuertes, ya que el contraste entre ambos sabores es algo muy deseado en una degustación con varios tipos de quesos. Si además incluimos algunos frutos secos, frutas como uvas, moras o higos (o en mermelada) ya llevamos la experiencia al próximo nivel.

La edad del vino también influye

El envejecimiento del vino también es un factor importante a considerar al combinar vinos con comidas. Los vinos jóvenes tienen un sabor más fresco y menos complejo que los vinos de crianza y reserva, que suelen ser más profundos y cargados de matices.

En definitiva, el maridaje del vino es un arte que requiere un mínimo de conocimiento y acumular experiencia (probar, probar y probar). Aprendiendo sobre los diferentes tipos de vinos y cómo se combinan con distintos alimentos, se puede crear una experiencia culinaria memorable. Recuerda que no hay reglas súper marcadas y que la mejor manera de descubrir qué vinos funcionan mejor con diferentes alimentos es experimentar. Y nunca olvidar que al final se trata de algo tremendamente subjetivo, como casi todo en esta vida.

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