¿Conoces las cervezas «trapenses»?

La cerveza trapense o trapista es una popular bebida alcohólica con un largo historial de producción y consumo. Esta cerveza procede de las antiguas abadías trapenses, unos monasterios católicos cuya historia se remonta a los siglos XI y XII en Europa, especialmente en Bélgica, pero también en Alemania, Holanda y otros países. Los monjes de las abadías trapenses producían cerveza para autoconsumo y también para su comercio. Hoy en día, esta variedad se ha convertido en uno de los estilos más populares dentro del mundo cervecero.

Los monjes trapenses eran conocidos por su cuidadísimo método de producción de cerveza de buena calidad, además de por su habilidad para mezclar diferentes tipos de maltas. Esto les permitía obtener diferentes niveles de intensidad en el sabor y en el cuerpo y textura. Las cervezas trapenses normalmente tienen un gusto a lúpulo fuerte y amargo, aunque algunas variedades también pueden ser afrutadas y con un punto dulce. Sin duda se han popularizado por sus sabores únicos, llenos de matices y por su carácter fuerte y robusto.

En cuanto a la forma más común de consumir la cerveza trapense es servirla en una jarra o vaso grande para permitir una correcta oxidación y para que la espuma se mantenga por más tiempo. También se recomienda par algunos tipos añadir una rodaja de limón y así proporcionar un toque cítrico y afrutado adicional. Aunque los monjes trapenses bebían la cerveza tibia, actualmente se recomienda servir a una temperatura de entre 6 y 8 grados, es decir, no absolutamente fría como otros tipos de cerveza.

Algunas de las trapenses más populares son Chimay, Leffe, Orval, La Trappe, Triple Karmeliet, Trappist Westvleteren y Rochefort, entre muchas otras. Estas cervezas tienen un sabor fuerte y ahumado, con notas frutales, además una graduación alcohólica bastante alta, así que hay que ir con cuidado si nos tomamos más de una.

Sin duda, la cerveza trapense es un tipo de cerveza único y muy apreciado, con una historia fascinante que se remonta a siglos atrás. Si todavía no la has probado, no dudes en iniciarte cuanto antes. Eso sí, siempre con moderación.

COMPARTE EN:

Puede que también te guste...