5 formas diferentes de disfrutar de las patatas

La patata se ha convertido en un básico de la cocina que nunca falta en la despensa. Es un alimento polivalente que gusta incluso a los paladares más delicados. Es verdad que hay preparaciones más o menos saludables, menos y más elaboradas, pero lo que está claro es que la patata es un todoterreno que no puede faltar en tu menú semanal. Además, es una gran fuente de energía para incorporar a tus platos sin sumar demasiadas calorías. Veamos cinco formas distintas de disfrutarlas:

Patatas cocidas y enfriadas

Las patatas cocidas y enfriadas son una de las preparaciones más saludables para aprovechar los beneficios del alimento. Se recomienda cocerlas con piel, pues esta tiene grandes propiedades para el organismo. Después podrás enfriarlas con agua y dejarlas reposar, este proceso conseguirá aumentar el almidón resistente de las patatas. Este almidón será de gran utilidad para mejorar la tensión arterial, la salud digestiva e incluso te ayudará a absorber mejor los nutrientes y vitaminas.

El aporte calórico de esta preparación es bajo, por ello, puede ser una gran alternativa para dietas bajas en calorías. Te mantendrá saciado durante horas y contarás con un plato saludable y completo en la mesa.

Patatas al vapor o cocinadas al microondas

Las patatas cocinadas al vapor también son un gran aliado para la salud, consiguen un resultado delicioso sin perder nutrientes durante el cocinado. Lo importante es no agregar grandes cantidades de aceite, pues resultarían menos interesantes a nivel nutricional por su preparación.

Con un chorrito de aceite y el mismo vapor, quedarán de lujo y lo mejor es que son más que sencillas de preparar. Se trata de una de las preparaciones más cómodas y lo bueno es que no ensuciarás media cocina en el intento.

Patatas fritas

Las patatas fritas son una auténtica perdición por su toque crujiente e intenso sabor. Es un capricho que no puede faltar en tu dieta cuando quieras darte un gusto, pero a nivel nutricional son menos interesantes. Durante el preparado pierden propiedades esenciales y aumentan considerablemente las calorías que aportan a la comida.

Además, si se utilizan aceites vegetales de baja calidad, se consigue una comida menos interesante a nivel nutricional, por ello, se entiende que las patatas fritas tienen que ser una excepción y no una norma en el menú semanal.

También, hay quien opta por prepararlas en la freidora de aire, para conseguir el mismo toque crujiente pero sin necesidad de freír las patatas en aceite. Una apuesta que ha ido ganando terreno entre los fans de las patatas fritas que quieran disfrutar de su sabor durante la semana sin dejar de lado sus objetivos nutricionales.

Patatas al horno

Otra preparación que nos tiene el corazón robado son las patatas asadas o al horno. Su sabor es delicioso, tienen un toque crujiente único y están listas en cuestión de minutos. Se recomienda conservar su piel para poder disfrutar de todos sus beneficios y no poner demasiado aceite. Un chorrito de aceite, sal y pimienta es el mejor aliño para unas patatas sencillas, saludables y deliciosas con las que chuparte los dedos.

Patatas fritas de bolsa (chips)

No podíamos acabar sin nombrar las patatas de bolsa, un aperitivo con mucha fama por su sabor. Este clásico snack es poco saludable y altamente calórico, así que no es recomendable consumirlo regularmente, sin embargo, a todos nos apetece darnos un gusto cuando estamos con amigos o en una comida especial.

Recuerda que se trata de encontrar un equilibrio en las preparaciones para conseguir una alimentación más variada, saludable y llena de beneficios, sin dejar de lado esos snacks que tanto te gustan.

COMPARTE EN:

Puede que también te guste...